viernes, 24 de octubre de 2008

Viajarán otra vez estas videncias con la noche trepándose al muro, regurgitando graves instancias perdidas. Tazas sucias con té seco regadas por la habitación. El sonido del reloj blanco en la pared...blanca.

¿quién sabe? ¿quién razona? ¿quién decide lo bueno y lo malo?

uvas podridas, sábanas rojas, manchas de fluídos nasales. Irredenta visita parcial...ahogó, mató y disecó como un taxidermista a su presa. Sin expresión.

Vuelve el antiguo precipitado espasmo bajo la hosca mirada que atrapa la atención,
fortuita mescolanza de insólitas visiones, Einstein en la pizarra, un abrazo entrañable. Tú.

Luego la palabra duele,...quema y al salir por la puerta de la que fue echado, el amanecer descubrió su rostro adolorido entre la gente.

Noche etílica, gente de otras tierras. El metro es una trampa. Todos caímos en el embudo. Paperless, otros homeless, todos idiotas perseguidores de un sueño que ya caducó. Celda.

Entes que vuelven con la noche a treparse en el muro para refugiarse, pero esta vez no habrá nadie. Hace frío y la noche apesta. El día es raro. "I dont belong here"...

Es mejor dormir, dormir muchas horas hasta no sentir nada.

Cerrado por remodelaciones
Cheché

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Según no sé quién, para ser feliz, o por lo menos para no hundirse, se deben hacer cuatro cosas:
-Cuando empieces a sentirte víctima ¡PARA!
-Cuando empieces a sentirte con derechos ¡PARA!
-Cuando empieces a sentir la necesidad de ser rescatado por alguien que no seas tu mismo ¡PARA!
-Cuando empieces a sentir la necesidad de culpa ¡PARA!
Yo estoy intentando ponerlo en práctica y me parecía interesante compartirlo. Ya se sabe que somos peregrinos en esta vida, en donde cada uno camina como puede y sabe y por donde pueda y sepa.
Un saludo muy afectuoso

cheché dijo...

Por eso paré. Mi saludo también afectuoso

Anónimo dijo...

¿eh?