miércoles, 28 de noviembre de 2007

Alemania para principiantes


Daniel y Leo se congelaban en el centro de la pista. Eran músicos venezolanos, habían aterrizado en Frankfurt y estában a una hora y media de Kaiserlauten. Unas tias españolas los esperaban para llevarlos en carro hasta su destino. La nieve caía sobre ellos a cámara lenta, como heladas granadas de mano, filmadas por un corresponsal del todo inexistente. Abrazados y friccionandose mutuamente para entrar en calor, se dirigieron al interior del aeropuerto.


En el vestíbulo del aeropuerto había descapotables de cartón piedra para hacerse fotos estúpidas sobre fondos turísticos alemanes. Se encontrában tan congelados y perdidos que, en lo que en otra ocasión hubiese sido una excusa para volver a hacer de niños bobos, esta vez sólo sirvió para hacerles ver lo cansados que estában.


Se distribuyeron en tres carros más y, en un duermevela de faros y hielo y ronroneo de motores que los acunaba, fueron transportados hasta las oficinas centrales de la fiesta.


Allí donde todo se había gestado; en el lugar donde la sociedad secreta que había organizado tan extraño suceso en Alemania, urdía sus bizarros planes.


Un apartamento típicamente alemán: sin cortinas, con una cocina gigante, con un váter extrañísimo: ¡mira lo que ha salido de tu cuerpo, cerdo, antes de perderlo de vista para siempre! (los excrementos no caen directamente a la fosa sino que permanecen en una especie de estante para que su antiguo propietario pueda gozar de una última visión de sus restos ), y cómo no, cientos y cientos de botellas de cerveza de medio litro de todas esas marcas innombrables.


Así que superado sin superar el cansancio y desando una cama, se emborracharon. Explicaron a los allí presentes lo que era un "huevo chimbo", una "arepa", cuántos metros tenía el Salto Ángel, los precios de las tetas de silicona, cómo se procesaba el ron, qué era un "escuálido", una "jevita", y el "por qué siendo Venezuela un país tan rico había tanta pobreza"


A cambio de estas anécdotas de tercermundistas que pudieron llegar al primer mundo, dos de los catires mala conducta que organizaban el concierto de La Costa Brava -nombre de la fiesta en cuestión- , le explicaron a los paisanos, cómo fabricar una bomba casera y como sintetizar LSD a partir del moho del pan, con un poco de medicinas compradas en una farmacia cualquiera y siguiendo sus consejos podían volar un edificio y hablar con los señores rojo y verde que viven en los semáforos.


Al día siguiente se levantaron con el gran ratón, bebieron gloowine – vino caliente con canela- y descubrieron que las tiendas de pelucas era el comercio más numeroso y floreciente en toda la ciudad.


¿Pero es que allí nadie luce su cabello natural? ¿Nadie se lava la cabeza en Kaiserlautenn? Un reflejo de la personalidad de los habitantes de una ciudad es su comercio: en la sierra de coro, en Venezuela: Dulces de Leche y Queso e Cabra "El Cují", en Kaiserlauten Pelos sintéticos "El cráneo feliz". Y todavía les quedaba más de día y medio para subirse al escenario.

martes, 20 de noviembre de 2007

Xenofobia, cristales rotos y limón


Lenta y pausadamente, el portero español de cabeza rapada deslizó su enorme mano derecha y la hizo desaparecer dentro de la chaqueta de cuero negra. Frunció una ceja y bociferó con la mayor de las arrogancias: -Tienes que hacer la cola o es que ¿te crees Ronaldo? - Miré a la gente en la larga fila, luego volví la mirada a él y desde mi perspectiva en contrapicado, con una sonrisa sarcástica y valiéndome del oficio que me tocaba ejercer esa noche le respondí con ironía: -Soy el Barquero, así que no tengo que hacer colas- Sonrió incrédulo, vio su reloj que marcaba las 24:00, habló 4 cosas por su radio y me abrió la puerta.

El salón vacío e impecable, con poca luz, focos de neón rojo y lila, un tema de Nirvana y el reflejo de las botellas en un espejo gigantesco ubicado enfrente de la barra me hicieron ver la noche de otra forma. Por primera vez trabajaría entre gente que se divierte, algo desconocido pero que me llamaba poderosamente la atención.

En el escenario descansaban instrumentos musicales, dos guitarras, un bajo, un teclado, y la bateria con una hoja de marihuana en el bombo. Entonces me dije: -Esto va a ser un verdadero desmadre- Pense en salir corriendo de ahí, pero me quedé haciéndole un guiño a mis valores para explorar el punto entre la supervivencia y el orgullo.

Sin saber exactamente cuáles serían mis tareas, fui a la oficina del encargado del local: Pablo, un tipo majo, esta vez con una camiseta de The Cure, el cabello casi plastificado por el efecto de la gomina y acompañado por una rubia alemana que muy torpemente trataba de subir la cremallera de una de sus botas altisimas hasta la rodilla. Pablo, introdujo muy sutilmente la uña de el dedo meñique en su cuero cabelludo y rascándose sin estropear el peinado, me dijo: -Cheché, esto es sencillo, Manuel (el otro barquero) y tu, se encargan de que las copas vacías desaparezcan, y si alguna se quiebra ambos van y recogen los cristales rotos porque no queremos accidentes. Pendiente de las chicas de la barra por si necesitan algo del depósito y recargas de hielo las cámaras cada vez que sea necesario, puedes bailar, puedes tomarte solo 3 copas y eso si, pasala bien.- A este tipo lo había conocido en Berlín semanas antes en un tour por los 7 lagos y luego de muchas jarras de cerveza me ofreció trabajo en su local madrileño. Efectivamente había cumplido con su palabra y la rubia había logrado cerrar la cremallera de su bota.

Cogí mi instrumento de trabajo: un envase de plástico cuadrado y blanco y me familiaricé con él, estudiaba la manera cómo llevarlo sin que pareciera incómodo, decidí sujetarlo como una bandeja y entonces ensayé llenadolo con vasos y botellas. Caminé en el medio del salón ante las risas de las chicas de la barra, un poco para familiarizarme con ellas y utilizar el buen humor como excusa para y de repente apareció el que faltaba: Manuel.

Haciéndose llamar Manu y con la actitud de un cantante de hip hop recién llegado de Nueva York me dijo: “Hey aqui no se viene a cahondear, mueve tu culo latino que España para ustedes no es un Parque de Diversiones” Por segunda vez quise mandar todo a la mierda pero preferí analizar esas palabras y dejar por sentado el nivel de resistencia que tienen miles de inmigrantes mientras hacen el trabajo más duro y reciben el sueldo más bajo, transformando la seguridad que han buscado, en una bomba de tiempo que los agobia porque no se sabe cuándo explotará.

La puerta se abrió por fin y en menos de 10 minutos la sala estaba a reventar. En la barra: Caipiriñas, mojitos, cubas libres, escoceses, ginebras, vodkas, cañas, chupitos, zumos y cocacolas. En los servicios: cocaína, hashís, marihuana, ectasy y más drogas fuertes. Media hora después, los vasos largos y el tabaco acompañaban las notas desafinadas de los músicos post-adolescentes quienes intentaban hacer un cover de los Rollings Stones.

Aproveché las mismas notas para no ir a destiempo entre la gente y logré acoplarme mientras llevaba el recipiente lleno de vasos, botellas, ceniceros y extrañamente un muñeco de Homero Simpson que estaba tirado y con la cabeza llena de chocolate para churros.

Unos se molestaban porque recogía las botellas de cerveza vacías y otros me agradecían con una sonrisa. Increíblemente algunos recogían todas sus copas de la mesa y las introducían en la barca, por supuesto, desde mi perspectiva veía esta hazaña como algo heroico y supremo digno de admiración.

La cosa se complicaba y el Manu no aparecía por ningún lado. El trabajo en equipo fue sólo una promesa y yo seguía yendo de un lado a otro con cajas de cervezas, hielo, hierbabuena, y todo cuanto faltaba en las barras. Como pude miré mi reloj y apenas habían pasado 3 horas y yo apestaba a una mezcla de todo el alcohol que se derramaba en mi ropa.

Pablo me hace una seña y cuando estoy a escasos metros de él, un potente codo salió de la nada y se incrustó directamente en mis costillas izquierdas. Uno de los vasos salió disparado del envase y ante los ojos del jefe cayó al piso para convertirse ahora en pequeñísimas armas transparentes combinadas con rodajas de limón y hierbabuena regadas por el piso del local. No pasaron ni 4 segundos cuando apareció el Manu con su vocecita de pato granjero y los ojos desorbitados para decirme “Que no quede ni uno porque si una chica se corta, te jodes”

Los gritos finales del vocalista estropearon aún más el momento y procedí inmediatamente a la acción que había evitado toda la noche. Camino al depósito entré en conflicto conmigo mismo me quedé mirando los instrumentos de limpieza por casi 10 segundos.

Un bate de béisbol, un tridente y hasta un biberón he llevado en una discoteca en algunas fiestas de disfraces. Pero entrar al centro de una pista en plan de mantenimiento ya era demasiado. Entonces entré en conflicto conmigo mismo y decidí no hablar solo como siempre lo hago cuando debo tomar una decisión. No me dije nada. Tomé el cepillo y la pala y salí para vivir una de las escenas más subrealistas que había presenciado en mi vida.

Las cerdas del cepillo desgastadas y la pala con un pegoste extraño distribuido en el mini depósito fueron suficientes para que yo entrara en una especie de trance en el que puedo jurar que varias neuronas se fundieron dentro de mi. Una chica muy simpática me sonreía. Yo no entendía nada. ¿Quién le sonríe de esa forma a un chico que esta en medio de una sala con una escoba y una pala? ¿Aplaudía mi valentía? ¿O más bien sonreía al un chico que estaba detrás de mi? No presté atención y salí de la escena.

Llevé las cosas al depósito y pedí mi primer trago: Un vodka tonic con zumo de limón, doble. La chica seguía sonriendo y me le acerqué con el trago olvidándome por completo de las copas, los ceniceros, el hielo y la música y cuando le dije hola, me respondió: hubiese querido que el vaso cayera encima de aquél, mientras señalaba a un chico que resultó ser su novio. Pues, el chico era el Manu quien ahora estaba ligando con un chica muy parecida a ella.


Me dijo que se iba a otro lugar con sus amigos y antes de preguntarle a qué sitio iban, otra copa cayó muy cerca de nosotros. Manu miró a su chica hablando conmigo y emulando los movimientos de la escoba me decía: “Que lastima, otra copa”. Sonreí, volví al depósito y mientras pensaban que iba por la escoba, asumiendo mi noviciado y mi actitud de todo terreno, salí con mi chaqueta y con mi mano les hice una seña muy conocida, mientras en el soundtrack sonaba otra copa rota ante los ojos incrédulos de Pablo y su eficiente barquero. No cobré nada y dejé ahí, entre el humo del tabaco y las luces, la verdadera historia de todo aquel que se conforma con hacer lo que sea por un sueño que ya caducó.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Era yo conmigo mismo



Debo confesarles que soy uno de esos tipos que hablan solos. Pero además soy de los que se contestan. Eso no tendría nada de particular si no fuera que a consecuencia de ese hábito de hablar y contestarme solo, generalmente entro en violentas discusiones y termino insultándome, y enfurecido conmigo mismo me quito la palabra dejando nuevamente de hablar solo por largo tiempo.

Así llevo ya unas cuantas horas sin dirigirme la palabra. La situación es por lo demás insoportable porque como después de todo soy yo mismo, en el fondo me guardo respeto y en consideración me molesta no poder cambiar impresiones ni contestar sobre tantas cosas importantes que son de mi incumbencia.

Las otras personas no se dan cuenta de mi pelea. Como vivimos en un mundo de apariencias y de engaños, todos me ven sonriente, cabroncete, de buen humor y de lo más unido sin saber que dentro de mi hay una terrible discrepancia, una absoluta falta de comunicación, la cual estoy convencido, a la larga me llevará a un rompimiento total.

Algunas veces trato de recoinciliarme. De decirme que uno no debe tomar las cosas de esa manera; pero me corto rápidamente. El rencor que me han dejado los insultos que me he dado esta tarde y las ofensas tan graves que me hice hace media hora no me permiten perdonar.

Con otros tal vez pero conmigo, conociéndome como me conozco, no es posible olvidar lo que me he hecho. Tengo varios amigos íntimos a los cuales llamé para plantearle la desagradable situación por la que estoy atravesando, que como es lógico me mantiene tenso y malhumorado y ellos han tratado de interceder, de conciliar.

Me explican que la vida es corta y el amor por uno es lo más grande de este mundo; que la armonía interior es la base de la felicidad y el bienestar de la familia y la sociedad. Pero soy muy terco y conozco el problema a fondo y a pesar de que los oigo prefiero no tomar en cuenta su opinión.

No puedo permitir que yo mismo me haya hecho esto, porque crearía un precedente muy grave y a la larga redundaría contra mi dignidad. Desde la última vez que discutí conmigo mismo, sólo apenas me he cruzado un "si" o un "no" en momentos de mucha trascendencia.

Pero la mayor parte del tiempo prefiero dejarme llevar por mis instintos y no me pongo a analizar los pro y los contra de los centenares de problemas. Se que esta situación no se puede prolongar mucho porque la diferencia de criterios que hay es tan grave que prácticamente ya no es posible hacer nada por unirme.

A pesar de que por muchos años traté de soportarme, de ceder y disimular para no agudizar más estas diferencias, hoy por hoy, muerta la ilusión de los años de post adolescente y el amor de los primeros tiempos, y pasada la época en que admiraba ciegamente mis virtudes y mis méritos, he llegado a la conclusión de que lo mío es imposible. Que no me mola.

Es necesaria una separación definitiva. No quiero alarmarme, pero secretamente, a espaldas de mi mismo, he consultado un médico para que me explique los detalles de este complejo caso. ¿Para qué seguir mortificándome?, ¿cuál es el objeto de alargar este martirio de ver esa careta arrugada cada día en el espejo?. De verdad que estoy cansado de mis impertinencias y no aguanto más ese carácter. Estoy convencido de que esto no tiene razón de ser. Por eso, la próxima vez que me dirija la palabra será para pedirme la ruptura. Soy una persona joven y sé que aún puedo rehacer mi vida.

Mi otro yo.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Love is a losing game


Y llegará el fin de semana y la ciudad se transformará en un mostrador de carne, en una carnicería de cuerpos transformados por máquinas y botox. Entonces ahí estarán todos, inclusive los que dicen "a mi me importa más una buena conversación"

MENTIRA

Caerá el sol en la ciudad y desearemos todo lo que hay bajo la noche. Pero sólo amaremos todo lo que está bajo tierra: A nuestras abuelitas ya fallecidas, a aquel amigo que murió en un accidente en su moto o al Papa Juan Pablo II.

Tendremos que tatuarnos estúpidos símbolos para no desentonar en las piscinas o en las discotecas, y para poder competir por las niñas y los niños más comerciales de la noche, los descerebradamente hermosos, los estúpidos con cuerpazos de revista, los que no saben quién es ni siquiera Don Quijote de la Mancha, pero si saben que Britney sacó un nuevo single.

Entonces nos dirán: Arrepiéntanse porque odian todo lo que les rodea y entonces tendremos que guardar silencio en espera de unas vacaciones pagadas donde se podrán mostrar en otro lugar los tatuajes que de nada sirvieron en la piscina o en las discotecas.

El que tiene oído que oiga lo que dicen los ángeles cuando se desnudan y se acuestan con nosotros y al dia siguiente ya no los quieres ver porque son demasiado perfectos que aburen.

Yo reprendo y castigo a todos los que amo. El amor si no es para tu familia y amigos, termina siendo un juego de tontos cuando lo quieres dar a alguien que no es tu hermano ni tu amigo .
Entonces puede que seas el único heterosexual en un mundo homosexual para ser al día siguiente el único homosexual en un mundo heterosexual que te dice, la felicidad está en la creación de la familia.

Se abrirá el cielo como en la serie "Angels in América" y veremos los decorados, veremos al doble de Dios, el que hace las escenas peligrosas, el especialista, al que no le interesa amar ni ser amado porque eso es perder el tiempo. Veremos al que dice que para encontrar el amor hay que tener suerte, y con suerte llegarás a los 60 pagandole a los que un dia fueron niños de portada y que ahora sin intelecto y sin una carrera universitaria ofrecen sus cuerpos desgastados por unos cuantos euros.

También veremos a los que tienen vacaciones irse a la playita y venir bronceados como un pancito dulce.
Agosto a veces es una fruta demasiado madura y cada uno de nosotros seremos la zorra de la fábula. Pero de nada servirán las bebidas refrescantes, ni los romances casuales, ni el espadachinesco juego de la seducción en las discotecas y cuanto hueco apestoso a cigarro y semen exista.

El que tiene oído que oiga la verdadera voz, esa es la voz. El que no ha perdido el sentido que lo guarde en sus manos y que se mantenga firme en la idea.

Llegará otro fin de semana todopoderoso que dice: Ven. Y el que oye irá, y el que quiere, tome el agua de la vida traducida en algo que parece desvanecerse. Nadie muere ahogado en su primer mar porque le teme al gran poder de las aguas.

lunes, 10 de septiembre de 2007

EL MUNDO SEGÚN CASCIARI

Con respeto al Sr. Casciari



Leí una vez que la Argentina no es mejor ni peor que España, sólo más joven. Me gustó esa teoría y entonces inventé un truco para descubrir la edad de los países basándome en el "sistema perro".

Desde chicos nos explicaron que para saber si un perro era joven o viejo había que multiplicar su edad biológica por 7. En el caso de los países hay que dividir su edad histórica entre 14 para saber su correspondencia humana.

¿Confuso? En este artículo pongo algunos ejemplos reveladores. Argentina nació en 1816, por lo tanto ya tiene 190 años. Si lo dividimos entre 14, Argentina tiene "humanamente" alrededor de 13 años y medio, o sea, está en la edad del pavo. Es rebelde, pajera, no tiene memoria, contesta sin pensar y está llena de acné (¿será por eso que le dicen el granero del mundo?

Casi todos los países de América Latina tienen la misma edad y, como pasa siempre en esos casos, forman pandillas. La pandilla del Mercosur son cuatro adolescentes que tienen un conjunto de rock. Ensayan en un garaje, hacen mucho ruido y jamás han sacado un disco.

Venezuela, que ya tiene tetitas, está a punto de unirse a ellos para hacer los coros. En realidad, como la mayoría de las chicas de su edad, quiere tener sexo, en este caso con Brasil, que tiene 14 años y el miembro grande.

México también es adolescente, pero con ascendente indígena. Por eso se ríe poco y no fuma ni un inofensivo porro, como el resto de sus amiguitos, sino que mastica peyote, y se junta con Estados Unidos, un retrasado mental de 17, que se dedica a atacar a los chicos hambrientos de 6 añitos en otros continentes.

En el otro extremo está la China milenaria. Si dividimos sus 1,200 años por 14 obtenemos una señora de 85, conservadora, con olor a pipí de gato, que se la pasa comiendo arroz porque no tiene -por ahora- para comprarse una dentadura postiza.

La China tiene un nieto de 8 años, Taiwán, que le hace la vida imposible. Está divorciada desde hace rato de Japón, un viejo cascarrabias, que se juntó con Filipinas, una jovencita pendeja, que siempre está dispuesta a cualquier aberración a cambio de dinero.

Después, están los países que acaban de cumplir la mayoría de edad y salen a pasear en el BMW del padre. Por ejemplo, Australia y Canadá, típicos países que crecieron al amparo de papá Inglaterra y mamá Francia, con una educación estricta y concheta, y que ahora se hacen los locos.

Australia es una pendeja de poco más de 18 años, que hace topless y tiene sexo con Sudáfrica; mientras que Canadá es un chico gay emancipado, que en cualquier momento adopta al bebé Groenlandia para formar una de esas familias alternativas que están de moda.

Francia es una separada de 36 años, más puta que las gallinas, pero muy respetada en el ámbito profesional. Tiene un hijo de apenas 6 años: Mónaco, que va camino de ser puto o bailarín... o ambas cosas. Es amante esporádica de Alemania, camionero rico que está casado con Austria, que sabe que es cornuda, pero no le importa.

Italia es viuda desde hace mucho tiempo. Vive cuidando a San Marino y al Vaticano, dos hijos católicos idénticos a los mellizos de los Flanders. Estuvo casada en segundas nupcias con Alemania (duraron poco: tuvieron a Suiza), pero ahora no quiere saber nada con los hombres. A Italia le gustaría ser una mujer como Bélgica: abogada, independiente, que usa pantalón y habla de política de tú a tú con los hombres (Bélgica también fantasea a veces con saber preparar espaguettis).

España es la mujer más linda de Europa (posiblemente Francia le haga sombra, pero pierde espontaneidad por usar tanto perfume). Anda mucho en tetas y va casi siempre borracha. Generalmente se deja follar por Inglaterra y Después hace la denuncia. España tiene hijos por todas partes (casi todos de 13 años), que viven lejos. Los quiere mucho, pero le molesta que, cuando tienen hambre, pasen una temporada en su casa y le abran la nevera.

Otro que tiene hijos desperdigados es Inglaterra. Sale en barco por la noche, se tira a las pendejas y a los nueve meses aparece una isla nueva en alguna parte del mundo. Pero no se desentiende de ella. En general las islas viven con la madre, pero Inglaterra les da de comer. Escocia e Irlanda, los hermanos de Inglaterra que viven en el piso de arriba, se pasan la vida borrachos y ni siquiera saben jugar al fútbol. Son la vergüenza de la familia.

Suecia y Noruega son dos lesbianas de casi 40 años, que están buenas de cuerpo, a pesar de la edad, pero no le dan bola a nadie. Cojen y trabajan, pues son licenciadas en algo. A veces hacen trío con Holanda (cuando necesitan porro); otras, le histeriquean a Finlandia, que es un tipo medio andrógino de 30 años, que vive solo en un ático sin amueblar y se la pasa hablando por el móvil con Corea.

Corea (la del sur) vive pendiente de su hermana esquizoide. Son mellizas, pero la del norte tomó líquido amniótico cuando salió del útero y quedó estúpida. Se pasó la infancia usando pistolas y ahora, que vive sola, es capaz de cualquier cosa. Estados Unidos, el retrasadito de 17, la vigila mucho, no por miedo, sino porque le quiere quitar sus pistolas.

Israel es un intelectual de 62 años que tuvo una vida de mierda. Hace unos años, Alemania, el camionero, no le vio y se lo llevó por delante. Desde ese día Israel se puso como loco. Ahora, en vez de leer libros, se lo pasa en la terraza tirándole piedras a Palestina, que es una chica que está lavando la ropa en la casa de al lado.

Irán e Irak eran dos primos de 16 que robaban motos y vendían los repuestos, hasta que un día le robaron un repuesto a la motoneta de Estados Unidos y se les acabó el negocio. Ahora se están comiendo los mocos. El mundo estaba bien así, hasta que un día Rusia se juntó (sin casarse) con la Perestroika y tuvieron como docena y media de hijos. Todos raros, algunos mongólicos, otros esquizofrénicos.

Hace una semana, y gracias a un despelote con tiros y muertos, los habitantes serios del mundo descubrimos que hay un país que se llama Kabardino-Balkaria. Un país con bandera, presidente, himno, flora, fauna...y ¡hasta gente! A mí me da un poco de miedo que aparezcan países de corta edad, así, de repente. Que nos enteremos de costado y que, incluso, tengamos que poner cara de que ya sabíamos, para no quedar como ignorantes Y yo me pregunto: ¿Por qué siguen naciendo países, si los que hay todavía No funcionan?

miércoles, 25 de julio de 2007

A la mierda los Adicto-Informáticos

Si usted es un padre consciente de la importancia de las nuevas tecnologías y ha decidido regalarle a su hijo una computadora, por favor, lea bien, por lo que más quiera no se le ocurra consultar a un cuñado, primo, o sobrino experto en el tema, y menos al vecino que es licenciado en Informática.

“NO PREGUNTE NADA, COJA LA TARJETA DE CRÉDITO Y COMPRE LA PRIMERA QUE VEA, LA MÁS BONITA, ESO, LA MÁS CHULA”

Le voy a sugerir algo más cruel querido amigo: Ni siquiera se deje aconsejar por el vendedor. El día que decida ir a comprarla, vístase como quien va a trotar o mejor, salga con una cava y diga que se va de pesca con los amigos.

Ese día tan importante y que le ha generado tanto stress al pobre Sr. Luis, hágame caso, no le diga a nadie, salga temprano de la casa, preferiblemente un domingo que todo el mundo está durmiendo.

Entre en la tienda con un gesto decidido, coja el que tenga las letras más grandes, el qué esté más atravesado en medio de la tienda, ese mismo, el que tiene esa manzanita blanca, o aquella que dice ++HP++.

“QUE ESE SISTEMA OPERATIVO ES UNA MIERDA, QUE SI TIENE WINDOWS VISTA O ES CIEGO DE NACIMIENTO, QUE SI LOS GB, LOS MEGAVERGASBITES, EL LCD, EL CRACK, EL ECTASY, NOOOO, EL SEÑOR LUIS NO SABE NADA DE ESO, ÉL LO QUE QUIERE ES COMPRARSE LA MALAYA COMPUTADORA PARA QUE LOS HIJOS LO DEJEN EN PAZ”

Pobre hombre. La noche anterior se le ocurrió preguntar en una reunión que hizo en su casa, lean bien la pregunta: “Qué computadora será buena? Es que le voy a comprar una a Carlitos”.

Ahí se le acabó la calma a ese señor, empezó Jose Luís que es Ingeniero en Informática a hablar del WiFi, papa, el Sr. Luis no sabe qué es eso. Vos le decís WiFi, y él se imagina un aparato inmenso que debe costar mucho dinero y que además ocuparía media sala. Nooooo, y después salío Oscar diciéndole que tuviera mucho cuidado porque el modelo XZ300 de la Strongember no era muy bueno porque la pantalla venía mala.

Muy preocupado por hacer un buen regalo anotaba garabatos en un papel para tener datos y hacer una buena compra. Mi cara era un poema y justo cuando yo lograba cambiar la conversación, saltaba Jose Luís con un tono de profesor universitario: “No te creas, pero esos monitores los hace en Singapur y son buenísmos, Sr. Luis mejor decídase por la primera que le dije”

Las cejas arrugadas mostraban una preocupación casi patológica. Él pensó que lo más sensato sería hablar con el hermano de su mujer que trabaja en una empresa reconocida en el ramo de la informática, pero ése fue el modo más seguro de que sus hijos se quedaran casi sin computadora y el pobre Sr. Luis vuelto un culo sin entender nada.

La gente aficionada a la informática son propensas a dar conferencias, talleres, y hasta cursos intensivos en fiestas, cenas, almuerzos y hasta velorios, de manera que en lugar de informarle a uno, lo duermen.

“Y LO PEOR ES QUE DESPUÉS DE HABER SOLTADO UN MONTÓN DE TÉRMINOS INCOMPRENSIBLES, SALEN CON ALGO MÁS INSÓLITO, TE RECOMIENDAN QUE ESPERES, QUE NO COMPRES TODAVÍA, PORQUE DENTRO DE SEIS MESES SE VAN A CAER LOS PRECIOS Y LA MISMA COMPUTADORA QUE AHORA TE CUESTA 3 MILLÓNES ESTARÁ A MILLÓN Y MEDIO DESPÚES. O TE ASEGURAN QUE DENTRO DE QUINCE DÍAS VA A SALIR UN MODELO NUEVO QUE ADEMÁS DE MODEM Y CD-ROM TRAE INCORPORADO UNA FREIDORA DE TEQUEÑOS”

Ya cuando el pobre Sr. Luis casi lloraba de la confusión y precupado por el futuro intelectual de sus hijos, los muy hijos de p… lo miran de arriba abajo y le preguntan que para qué quieres regalarle una computadora al niño.

-Para que juegue con ella y se vaya familiarizando para cuando le toque usarla en bachillerato - respondió el Sr. Luís acobardado y con el papelito arrugado.

-Pero por Dios Luis, parecés guebón -dice el cuñado-, eso es un disparate. Para los juegos es mejor que le compres un CDI. El futuro llegó con el CDI. Además, en ese aparato podréis ver también películas, porque los vídeos y las cintas de VHS ya no salen más, olvidate de eso.

Luego salta el otro con la boca llena de jamón serrano –que además compró el Sr. Luis- Si lo que quieres es malgastar la plata, allá tú, ese es tu peo-

Al final el cuñado “experto” le da una información tan completa que el pobre Sr. Luís no se compró nada porque cualquier cosa que hiciera sería un disparate.

Yo les recomiendo que compren una computadora que la caja esté en Chino para que no entiendan los consejos del vendedor. Y les aseguro que tendrán buenos resultados. Esos que se la dan de entendidos son unos locos de atar, no les paren bola.

viernes, 20 de julio de 2007

Volta y la Reina de las fusiones imposibles.

Ahí estaba Gabriel en la entrada del metro con su look robótico y el cabello, tal cual como si le hubiese metido el dedo a un enchufe de estos europeos de 220 voltios. Al mejor estilo del público de Björk. En cambio yo sólo había tomado la línea 6 circular hasta Pacífico y ya tenía las axilas destilando Rexona por culpa del verano madrileño que es igualito como estar en los médanos de Coro pero con un calor más seco, mucha gente bella y calles espectaculares.

El concierto estaba pautado para las 10 de la noche y el Gabo y yo, llenos de emoción nos apresurábamos por llegar a la estación Ventas, correspondencia con (voz de hombre)Linea 5 (voz de mujer). Salimos de aquel apretujón de gente olorosa a perfumes cítricos y una que otra zabilita que se dejaba colar pero que no pasa nada.

Cuando abrí los ojos después que una basurita rara me cegó el derecho, me encontré con la Plaza de Toros de Las Ventas, lugar donde se daría el acontecimiento musical por el cual había esperado tanto tiempo. El concierto de la reina del hielo.

Yo nunca entendí porque en Jamiroquai hicimos una cola casi de 5 horas para entrar al poliedro de Caracas, esta vaina fue rapidito, “Hola, bienvenidos, abrid el koala por favor, gracias, siguiente, hey amigo no podéis pasar con las tapas de las botellas de agua, venga, gracias” Exclamó muy suavemente el portero que tenía cara de llamarse Julian, mientras me recibía el par de tapas en medio de una nube de humo de tabaco.

Ya estábamos adentro en menos de 10 minutos, joder! Era impresionante ver a gente de distintas razas, colores, looks, incluyendo el de Gabriel, y diversas nacionalidades. Mientras caminaba buscando un buen lugar escuchaba a un par hablando francés, me imaginé que decían: “Verga y el sol no se va a meter ya son las 10 de la noche coño”. Me reí y continué buscando una especie de lomita para ubicarme, pero después me acordé que no estaba en un estadio de béisbol sino en una plaza de toros, así que me hice el guebón y me quedé tranquilito.

Los teloneros eran unos bailaores de flamenco, pelúos, con unos pantalones tubito y unas botas puyúas, esos coños taconearon aproximadamente por 2 horas, con eso probaron el sonido y lo dejaron todo listo para el próximo performance.

Gabriel en cambio estaba estático, su cabellera había perdido un poco de volumen pero sin embargo todavía se podía divisar el batido al estilo “Edward manos de tijera”. Bauticé el peinado como Electrolook, en cambio yo estaba preocupado por un buen lugar ya que estos europeos son altísimos y no me iban a dejar ver.

Hay unos de mi tamaño pero parece que fueron más inteligentes y compraron gradas, pero yo no iba a terminar como la fábula de la zorra y me fui metiendo poco a poco, entre ellos, muy sutilmente cuando veía un huequito, pao! Me metía. A veces me sentía perdido e impotente, era una rara sensación de ahogo y de arrechera pero seguí y seguí entre franelas que decían Olé, Real Word, Harry Potter es gay, España sí mola, y otras consignas ibéricas, para luego respirar normalmente.

Por fin estaba así de cerca, aún me faltaba un poco más pero ya veía el escenario listo para comenzar. Y de repente todo se puso oscuro. Luego salió ella, clase de personaje. Puso un pie ante el público y actualizó su título de reina de las fusiones improbables.

Saqué la cuenta. Fueron casi 75 minutos o más, en el que interpretó menos de veinte canciones, pero hizo que toda la plaza vibrara de emoción con temas como Hyperballad o el éxtasis final de Declare Independance, el comienzo y el fin de la culminación de su gira de tres conciertos por España para promocionar su último álbum, Volta.

Y volteao casi quedo yo cuando un par de llamaradas introdujeron un recital en el que la cantante de Human Behaviour volvió a armonizar conceptos tan opuestos como la estética medieval con la vanguardista o la estridencia con la musicalidad. Aquello era como una corte, como la entrada de un castillo, banderines triangulares estampados con sapos, culebras y otros animales en rojo y verde.

Ya Paulita estaba a mi lado, y Gabriel se me perdió, no quiso seguir avanzando para verla más de cerca, sin embargo, yo me sentía como atraído por ese genio escénico y su potencia vocal que definitivamente abrillantan las posibles carencias del repertorio y, así, arrancó con una pinta que aglomeraba sus innumerables influencias enroscadas en un turbante y una capa. Todo dorado que con el rojo de los focos nos ofrecía una imagen alucinante, todo para dar peso a la canción Earth intruders, primer single de su último trabajo.

Mientras pasaba el señor que vendía agua y refrescos un poco más allá de donde estábamos, lubriqué mi garganta seca con un caramelo de cacao y con la limpieza de sus tonos más agudos y la sugerencia de sus susurros más graves.

Era impresionante, como si estuvieras escuchando la canción en tu reproductor Mp3, pero en vivo. Ya las pantorrillas estaban relajadas porque la tenía cerca y el regalo fue los sonido cristalinos de la canción Hunter, de su álbum Homogenic, con la que lanzó, además, uno de sus primeros y más impactantes recursos expresivos al brotar de sus manos dos telas de araña, no me pregunten de dónde los sacó pero salieron de sus manos, aquel efecto alucinante seguido luego de un tímido «gra-cias», logró atrapar definitivamente al público madrileño de manera irreversible. Aquella verga se venía abajo de tantos gritos y silbidos y “guapa”, “bella”, “Ich Liebe Dich”, “Ti voglio molto”,“Vergasiooon de arrecho”, y otras expresiones en otros idiomas que no entendí realmente.

Ataviada entonces con un corto vestido de influencias animales, Björk dejó que sus tonos dorados reflejaran la arrebatadora explosión cromática provocada por un sofisticado juego de luces que energizó al público literalmente excitado y lleno de una extraña conexión.

Su mirada hacia la mejor etapa de su carrera siguió gracias a temas como Pagan Poetry , los toques de jazz introducidos en Aeroplane o el huracán electrónico de Army of me. Volvió puntualmente al presente con Innocence y cogió una espectacular carrerilla al enlazar su tema Bachelerotte con una interpretación de largo recorrido de Hyperballad, que llevó en pocos minutos de la emoción íntima inicial al éxtasis discotequero final, que prosiguió con Pluto.

En este momento aquello parecía una fiesta rave, la gente brincaba y los sonidos se aceleraron, el puqui-puqui mágico del tema Pluto, hizo temblar hasta a los toros que descansaban en los sótanos de la plaza. Por fin pasó el señor del agua y la pagué por un precio loco, 2 euros una botellita de agua, pero no tenía otra opción, con dos euros me compraba dos botellas, pero como la vida es justa, se le cayó otra botella así que la tomé.

Así, Björk compensó escasamente esa brevedad en los bises mediante la sorpresa de emparentar su tema Oceanía, donde destacó la participación de una coro-trompetistas de Islandia quienes nos hacían levitar con esos sonidos metálicos que mezclaron el tema con algo tan castizo como el pasodoble para, finalmente, cerrar con la canción Declare Independance.

Ya para ese momento mi cabeza no daba para más, demasiada sensación para tan poco tiempo, así que corrí al metro, busqué a Gabriel pero ya todas las cabezas estaban desparramadas así que no pude ubicar el Electrolook y me vine a casa a tomarme unos vinitos y cantar con unos amigos quienes me dijeron “por qué venís así como acelerado?” Aunque se los explicara no lo enenderían..era Björk, era la Reina del Hielo.

sábado, 23 de junio de 2007

De nostalgias latinoamericanas y otras vainas


Qué pasó peluche? Háblame ¿cómo vas? Hoy no estoy estresado, ni impaciente, no, no, no. Hoy me dio por la nostalgia gastronómica y otras vainas. ¿Qué haré yo sin guayabas, yucas, quinchonchos, y plátanos macho?... Sin una arepa?. Me tendrán que detener en inmigración pero aunque sea un topocho me llevo, y diablitos, torontos y Ron.

Imagináte una parrilla sin yuca o una sopa sin plátano verde. Lucharé por conservar el recuerdo de olores y sabores de nuestra tierra mi querido amigo, porque entre chorizos, cocíos y tortillas esos peos van a destruir cualquier proyecto de noviazgo ibérico.

Voy dejando atrás un hogar que nunca tuve porque después tantas mudanzas y de haber dado más vueltas que un medidor de luz, no debe ser lo mismo dar vueltitas aquí que allá en medio de aquella urbe.

Dejo a mi abuela Barbarita con sus historias psicotrópicas, a Meche, mi madre, con sus varices y ahora un peo de cataratas, a Jaime, mi padre con su eterno silencio, a mi hermana bella con su buen humor y al día siguiente con la depre del año, a vos, amigo, con tus regaños y tu disponibilidad y a mi tierra, con los olores y sabores que conforman recuerdos de toda una vida.

Al llegar a España, quizá la nostalgia puede que intente ahogarme durante los primeros tiempos. Si soy capáz de superarla, me quedaré aunque el recuerdo me haga llorar mientras absorbo algunas de sus costumbres y señas de identidad.

¿Qué ha pasado en Coro? ¿Quién manda en Caracas? El Gobernador de Maracaibo declaró que se siente “chantajeado por los buhoneros y que esa no es la forma para solicitar un espacio para vender”

¿Qué ha pasado en Valencia? ¿Qué pasa con las autoridades? Al parecer descubrieron en la zona sur “la fábrica de cidis quemados más grande del país”.Y dice un iluso ¿ Verga y quién tiene un horno tan grande pa quemar ese poco de discos?

¿Qué ha pasado Caracas? Parece que pusieron preso a un tipo que tenía una productora de películas pornográficas de adolescentes en La Urbina. Hay peos grandes porque están involucrados algunos hijos de parlamentarios. El CICPC hizo las pesquisas en la zona y lograron recuperar un objeto plástico-penetrante, pero tiene muchas huellas dactilares y se hace complicado encontar al verdugo.
¿Ve y qué pasa con el Seniat? ¿Y la evasión cero? Me gustaría ver un cartelón de “clausurado” en la entrada de Zara Metrópolis en Valencia que no me dejaron entrar una vez porque tenía un jugo de lechoza en la mano.

Y es que a pesar de sus gobernantes, Venezuela, mi país como que seguirá siendo la sucursal de todos los que quieren montar su negocio, vengan de dónde vengan. La mal querida. La ingobernable, la amada. La del Avila de Cabré, la de los pesebres infinitos, la del río Orinoco, la siempre despierta, la de la Ley Seca, la de los pegaítos movilnet, cantv y ahora Digitel, la del Salto Ángel, la de Choroní y sus tambores, la de los contrastes odiosos, la de los trasnochadores atormentados, la de los alucinados errantes.

La del tráfico invencible y de sus malabaristas y drogadictos, la del clima perfecto, la del centro de las conspiraciones, la de los conciertos sanadores de almas, la de las misas de aguinaldo, y las octavitas de carnaval, la de las reina pepiadas, el sancocho y las cervezas.

La única. Es una maravilla que merece cariño.