viernes, 4 de abril de 2008

"No se con qué tipo de gente te relacionas tu" (Parte I)


Antes de expresar cosas acerca de este título, y que aún sigo sin tenerlas claras, les diré algo: Mi mano nunca se confunde sobre lo que siente por mi. En ese momento me siento tan omnipotente que puedo darme ese placer. Cuando eyaculo echo mi cabeza hacia atrás bien fuerte y a veces me muerdo el dedo índice izquierdo. Dos segundos después me siento contento y con una sensación de ese delicioso mareo que producen los primeros grados de alcohol en el cuerpo. El orgasmo es una trampa, pero la masturbación es fantástica.

Si aún estás dispuesto (a) continuar leyendo esta guarrada te felicito porque la curiosidad es tan poderosa y tan impredecible que a veces te engaña al final. Incluso me masturbo después de tener sexo. Es como un borrador.

Voy a un café reconocido de este barrio. No es una cueva de adictos, no hay muchas mujeres, pero toda esa clase de gente encaja.

Y me pregunto qué hago en este sitio? me siento a mirar y a pensar aunque suene increíble. Estos lugares son buenos para pensar. Generalmente ocupo la silla de al lado para que nadie crea que estoy disponible, pero da igual, siempre se acerca algún personaje con ganas de "algo".

Lo que más me gusta de estos lugares es ver el baile del romance y de escoger. Uno de los rituales más elaborados que he visto, mejores que los que transmite National Geographic. ¿Por qué los chicos se pasean libremente? Creo que gastamos un montón de energía en el tema de la

seducción

socialización

moda

meses en el gimnasio

batidos y suplementos energéticos

¡¡¡¡¡¡¡¡¡FINALMENTE TENEMOS SEXO!!!!!!!!!

Y nunca más vuelves a oir algo del tipo. Nos esfumamos? Se esfuman?

Será la ciclotimia y es que no tenemos los huevos de enviar un SMS pa decir que estuvo bien o que fue una mierda?

Será que somos unas máquinas de sexo con desconocidos y así andamos metiendola, sacándola o dejándola entrar y salir. Luego abandonamos el proyecto por temor a que nos abandonen primero?

Y al día siguiente volvemos a invertir más energía y dinero en arreglarnos, entrenar, estar perfectos para la próxima aventura.

Si dejáramos de gastar tanto tiempo conquistando, tendríamos Da Vincis en todas partes.

Y una voz sabia me dijo días atrás: Qué esperabas, alguien con buen corazón? perdoname coleguilla pero somos egoístas hasta la médula.

Honestamente lo sabía pero todavía tengo un arsenal de cartuchos de beneficios de la duda guardados por si alguna de esas máscaras se cae y logro ver el verdadero rostro de una mirada que transmita eso de mantener una continuidad cuando las pieles, los alientos y el intelecto logran una conexión.

Nota de autor: La imagen superior es una buena excusa para mirar desde adentro eso de ligar, tener sexo no seguro, buscar el amor, las drogas, el sida, el compromiso, la amistad. Simples alternativas que cada quien desee escoger, pero contadas con ese lenguaje claro que caracteriza a William J. Mann

.... continuará

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