domingo, 12 de julio de 2009

El nuevo Hombre de Occidente está entre nosotros


El nuevo hombre de occidente no es realmente un superhéroe pero casi que lo logra. Es un ser que quiere vivir en equilibrio porque desde su silencio entendió que la sociedad ha sido trastocada por lo que algunos llaman antivalores, elementos que al parecer han venido a atacarnos utilizando las más peligrosas armas.

Atacando a nuestros sentidos y dejándonos atontados, sumergidos en redes 2.0 y alejándonos cada vez más de la realidad. El pobre hombre de Occidente tiene una enfermedad mental llamada: Miedo. Acompañado de ansiedades, angustias, soledades, dudas, suposiciones, hipotecas, frustraciones, multas, decepciones, rabia ante las injusticias y un montón de regalitos más.

El nuevo hombre de occidente tiene miedos y convive con ellos. Unos huyen y otros se quedan para buscar soluciones. Algunos piensan en el suicidio y otros salen a correr o follan para olvidarse un poco del tema. Hay hombres de occidente que se sienten bien en sus trabajos y otros que preferirían hacer otra cosa. Unos van al gimnasio y otros a las discotecas, unos hacen yoga y meditación, otros escriben o hacen abdominales. Unos escuchan Electrónica y otros Haendel. Unos se vuelven Cristianos, otros Testigos de Jehová, unos Budistas, Mormones y otros se enrollan en temas de oscurantismo. Otros hacen todo a la vez. No hay estereotipos para calificar a esta especie tan compleja y tan maravillosa. Pero todos tienen algo en común: luchan por sentirse mentalmente estables.

El miedo es un crimen contra la mente. Para hacer bien su papel, también lucha para no dejarse aterrorizar. Sí, ya lo se. No existe la seguridad absoluta en el mundo porque ya la vida misma es un riesgo, pero él sabe que puede escoger cómo vivir su vida. Quizá dejando que las pequeñas cosas lo llenen de alegría. Salir a pasear al perro, experimentar cosas en la cocina, escuchar a sus padres al otro lado del teléfono, inclusive si te están dando caña, o aprovechar la soledad para leer y ser más fuerte.

El nuevo Hombre de Occidente sabe que está, como todo hombre, solo y desamparado, pero se cuida para no caer en la consecuencia del consumismo, utilizando todos los significados que le quepan. El moribundo Hombre de Occidente intenta no elegir la vida artificial, profundizando aún más el abismo entre él y la naturaleza, no quiere olvidar el significado humano de la vida que se manifiesta simple y llanamente en su relación con el otro.

Ánimo Hombre de Occidente...tú puedes!

3 comentarios:

diego dijo...

el dia que escribas una novela te juro que compro un ejemplar. A cada articulo mas me embobas, me siento inferior xD un saludo

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Todos hemos dejado que el miedo anide en nuestro interior alguna vez en la vida, y siempre con un traje diferente. Yo el primero. Pero el miedo es necesario para enfrentarte a esas situaciones de las que hablas, superarlas y seguir evolucionando. Es la eterna lucha de contrarios que permiten el movimiento: bien-mal, odio-amor, temor-valor... cada posición es tan valida como su contrario. Todo depende de como quieras usarlo.
Pero toda transición entre ambos requiere de un momento de soledad.

De todas formas, la vida es aquello que te sucede mientras te empeñas en hacer otras cosas... Y eso ocurre con cualquier "especie".

Felicidades Cheché. Después de un año y medio me he decidido a entrar en tu mundo. Es extraño leerte en la distancia.

Felicidades de nuevo.

Un abrazo.

Pedro.